El mito y la confusión frente a 50 años de progreso en Menopausia.

Olvida los mitos del pasado y avancemos hacia el futuro.

¿Te cuento los últimos 50 años de avances en Menopausia?

El interés y la atención se han expandido a TODAS las etapas de la vida de la mujer, la ciencia ha comenzado a ponerse al día con las necesidades y los factores de riesgo específicos para las enfermedades crónicas que afectan de manera desproporcionada la salud de la mujer, como la osteoporosis, la artrosis, los problemas de suelo pélvico, las enfermedades autoinmunes, la salud mental, el cáncer y la enfermedad cardiovascular a partir de la Menopausia. 

HOY el 50,6% de la población española es femenina y la edad media de 44,5 años, la esperanza de vida 86,2 años. Pero a pesar de superar en 7 años la esperanza de vida de los hombres, las mujeres tienen peor calidad de vida, más dolencias a partir de los 25 años y empeora después de los 50.

Superar el desafío y contribuir a mejorar la salud de todas las mujeres es el objetivo.

La Menopausia (y la perimenopausia) es un evento al que nos enfrentamos en un momento de la vida, y debemos ser conscientes de su significado. Los desajustes hormonales que comienzan tan pronto como a los 40 años, perjudican nuestra salud futura y aceleran nuestro envejecimiento. La menopausia triplica la velocidad de envejecimiento durante la primera década (en sólo los primeros 10 años de menopausia envejeceremos al menos 30% nuestras funciones físicas y mentales)  a los 60 años una mujer suma un envejecimiento global del 60%, mientras aparecen al menos 2 a 3  diagnósticos de enfermedad crónica: artrosis, osteoporosis, enf. Suelo pélvico, Hipertensión, colesterol elevado, diabetes, depresión, fatiga crónica, etc… que son precisamente los que provocan la disminución de la calidad de vida.

El siglo XX inició con una expectativa de vida de 40 años y lo acabamos con una esperanza de vida de 82. Este siglo XXI se inició con una expectativa de vida saludable de 60 y lo acabaremos con una esperanza de vida saludable de 90. Es sin duda el siglo de la calidad de vida. 

A partir de aquí la pregunta es sencilla, cómo podemos controlar el envejecimiento a partir de la perimenopausia?

El principal factor a tener en cuenta es el declive hormonal, pero las hormonas causan mucho miedo, por un mito generado a partir de una gran confusión y que la ciencia no ha sabido aclarar… se hablo que las hormonas eran malas y producían cancer de mama y trombosis,  se pensó popularmente que todas las hormonas eran iguales. Se demonizó  el término HORMONAS.

Hoy a la luz de 50 años de avances, analizando la eficacia clínica, los efectos fisiológicos y los riesgos entre las distintas moléculas de hormonas y tipos de terapias, sabemos que no podemos generalizar sino que debemos hablar diferencialmente de las Hormonas.

Una hormona bioidéntica hace referencia a que su molécula es copia exacta de las hormonas endógenas humanas (estradiol, progesterona, testosterona) en oposición a las hormonas esteroideas no exactas (estrógenos equinos conjugados y progestinas por ejemplo) por supuesto *ambas son sintéticas producidas en laboratorio y derivadas de recursos no humanos, productos químicos de animales o plantas (las hormonas bioidénticas derivan de plantas)

La eficacia clínica y su efecto fisiológico se ha estudiado ampliamente y se ha llegado a las siguientes conclusiones: 

La Progesterona biodéntica  y la progesterona no bioidéntica (progestinas) son igual de eficaces para prevenir el cáncer de endometrio durante el tratamiento con estrógenos, sin embargo la progesterona no bioidéntica tiene un efecto estrogénico proliferativo en mama con respecto al efecto no proliferativo protector de la progesterona bioidéntica. 

Los estrógenos bioidénticos no orales (y no asi los orales no bioidénticos) tienen un efecto  protector del aparato cardiovascular (no trombótico, no aterogénico, vasodilatador) efecto contrapuesto por las progesterona no bioidéntica. La progesterona bioidéntica mantiene el efecto protector cardiovascular del estrógeno bioidéntico no oral. 

Estrógeno + testosterona + DHEA  bioidénticos aumentan la enzima sirtuina 1 que tiene un efecto de antienvejecimiento global en el cerebro. La progesterona bioidéntica y no así la progesterona no bioidéntica, ha demostrado ser también neuroprotector. 

Los efectos beneficiosos de todas las hormonas bioidénticas y no bioidénticas para el tratamiento sintomático de los sofocos y prevención de la osteoporosis es aceptada ampliamente. 

Hoy sabemos:

Que las hormonas bioidénticas son más seguras que las hormonas no bioidénticas, que su eficacia clínica y efectos fisiológicos son diferentes, y se trabaja arduamente  en el estudio de las características sobre el metabolismo hepático, la eliminación urinaria, y la acción sobre subreceptores para dilucidar nuevos aspectos de las hormonas. 

Que la terapia con implantes de hormonas bioidénticas es la forma más natural disponible de reemplazo hormonal (pequeñas pastillas del tamaño de un grano de arroz que se implantan debajo de la piel) proporcionan niveles óptimos, equilibrados y constantes en sangre a lo largo de cuatro a seis meses y trabajan en la restauración del cuerpo hacia un estado fisiológico óptimo mejorando la calidad de vida.

Que de acuerdo a los conocimientos actuales la terapia hormonal bioidéntica junto con un plan de alimentación,  ejercicio y hábitos  saludables personalizado constituye una herramienta fundamental para ralentizar el envejecimiento.

Los debates sobre la salud de la mujer han sido polémicos durante mucho tiempo, pero han dado lugar a mejoras significativas, recordemos por ejemplo la gran controversia que generó hace 20 años la vacuna del papiloma humano, y ahora es ampliamente aceptado que la vacuna llegará a eliminar el cáncer de cuello de útero en los países que han seguido políticas de vacunación global. 

La ciencia se preocupa y propone avances para mantener la salud de las mujeres, seamos conscientes que el futuro está en movimiento. 

Dra. Natalia Gennaro Della Rossa

Junio 2021